Junto con la Torre Eiffel, Notre Dame de París es probablemente el monumento parisino más famoso. Tanto es así que creemos que ya lo sabemos todo sobre esta catedral casi milenaria. Sin embargo, desde que se construyó la primera en 1163, Notre Dame ha tenido varias vidas. Una proeza técnica, su construcción tardó casi dos siglos en completarse en 1351, mientras que sus vidrieras y esculturas son un verdadero libro abierto, diseñado específicamente para evangelizar e impresionar a la población de París, entonces mayoritariamente analfabeta. Una verdadera pintura en relieve, hay que imaginar el Juicio Final en el portal central, ya impresionante hoy, como lo era entonces en toda su policromía. En efecto, restaurada en el siglo XIX por Viollet-le-Duc, después de haber sido saqueada durante la Revolución, Notre-Dame ha recuperado su magnífico aspecto, pero ha perdido gran parte de su color.

El "lugar secreto" para contemplar Notre-Dame: la plaza JeanXXIII Mientras todo el mundo se agolpa en la explanada de Notre-Dame, no dude en alejarse de la horda de turistas hacia la plaza Jean XIII, situada justo detrás de la catedral. Aquí podrá admirar los contrafuertes y las vidrieras de la nave de Notre Dame en un entorno muy tranquilo. Incluso puede disfrutar de uno de los mejores helados de París(Bertillon está a sólo 5 minutos a pie).